"Por tanto, de la conducta de los querellantes se deduce la aberración de que es gravísimo que Garzón se cargara el derecho de defensa durante algo más de un mes, pero no lo era que Pedreira lo hiciera también y durante varios meses, superando incluso el plazo de Garzón. Esta mala fe procesal no es más que la evidencia del operativo que los abogados habían puesto en marcha. Preservar a Pedreira y acabar con Garzón para que cuando el caso volviera a la Audiencia Nacional, según la estrategia de los imputados, el titular del juzgado de instrucción número 5 ya no estuviera allí."
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11FEBRERO2012
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